Las poblaciones de jabalí se han multiplicado en los últimos tiempos, provocando daños en la agricultura, accidentes de tráfico y otros peligros en las ciudades europeas.
En España, ha sido muy visible este incremento, tanto es así que se prevé que la cantidad de esta especie podría duplicarse en el 2025 y, consecuentemente, los riegos que causa en la sociedad.
La caza supone un aprovechamiento de un recurso natural renovable, como por ejemplo de otras producciones forestales como las setas, aunque no cazar puede causar una multiplicación no deseada de determinadas poblaciones animales. En el caso del jabalí, se vería acelerado su crecimiento por ausencia de esta actividad.
La caza practicada en la actualidad no da para estabilizar la población de esta animal, pero si que contribuye a su regulación.
Es por todo esto, que urge trabajar con este problema limitando el aporte de alimento, mejorando la protección de los cultivos, pero sobretodo cooperando con técnicos y cazadores para lograr una mayor eficacia cinegética y asegurando la supervivencia de una actividad que presta un gran servicio a la sociedad.